Estoy muy arrepentida de haber deseado un pico. Me parece escalofriante haber aspirado a que la testosterona me recorriera las venas, y me llenará de violencia. Estoy espantada de haber querido pensar con la otra cabeza y haber anhelado secretamente tener a una mina chapándomela, mientras yo le decía con desprecio ¿te gusta mi pico perra?, mientras la miraba desde arriba y le empujaba la cabeza para que me la chupara más profundo, mientras ella sentía arcadas, para terminar en ella, en su garganta, en su cara, para manchar sus rasgos de india con mi jugo, para restregar mi pene por su rostro, para dejarla hedionda y tragando pelos. Me desacredita como merecedora de un pico el hecho de que esto último no lo haya pensado yo, sino que lo haya vivido. Una noche en que quise ser inerte, una noche en que me convertí en la señorita sí, una noche en que no tenía ganas de conversar. Así me enteré de que el amor es pornografía! Esa noche me dijeron te amo, pero yo escuché una amenaza de muerte.
martes, 23 de octubre de 2007
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4 comentarios:
qué buen texto.
Mayo, está buenísimo!
No sabía de tu blog, te linkeo.
muac.
me atragante con tu texto
ahahhaha
pero lo endulzo la ultima y media linea =)
Nice brief and this fill someone in on helped me alot in my college assignement. Thank you as your information.
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