Los cuicos me quieren llevar a sus casas
creen que soy su juguete barato comprado en la feria
su espada de agua, escarcha y lentejuelas
una daga punta roma que jamás los dañará
Me preguntan, me tocan, me escarban
quieren punzar mis heridas, me insisten
hasta romperme, hasta que mi agua hedionda
se les queda pegada al cuerpo
Pero ellos se quedan felices
ahora tiene razones para justificar sus pastillas,
y ya no tendrán que cortarse para asemejar.
Porque una vez más han podido comprar
Lo que parecía invendible.
sábado, 22 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario